Estación de tren de Toledo, de estilo neomudéjar
Pasearse por Toledo es como viajar en una máquina del tiempo y la historia de la ciudad en los dos últimos siglos está ligada al tren y a su estación ferroviaria hasta la actualidad, cuando en 2005 se inauguró la línea de alta velocidad que conecta con Madrid.
La histórica estación ferroviaria de Toledo celebra estos días el centenario del inicio de su construcción, ya que el 4 de marzo de 1914 comenzó a contruirse este edificio que ha visto pasar a millones de viajeros del tren por sus andenes a lo largo de estos cien años.
El edificio se construyó en los
terrenos aledaños de una estación anterior, que siguió prestando
servicio hasta que en abril de 1917 concluyeron las obras de la nueva
terminal, aunque la estación se inauguró el año anterior.
Declarada Bien de
Interés Cultural, con la categoría de Monumento, desde 1991 e integrada
en el Patrimonio Histórico Español, es obra del arquitecto Narciso
Clavería, Marqués de Manila, quien redactó un proyecto cercano a
los dos millones de pesetas para la Compañía de los Ferrocarriles de
Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA).
De estilo neomudéjar,
la estación de Toledo forma parte del acervo histórico y artístico de
la ciudad como un claro ejemplo del rico legado patrimonial de la
arquitectura ferroviaria española. A la izquierda hay una torre de reloj
que imita los minaretes y campanarios de las iglesias.
Además, su amplio vestíbulo interior
constituye en sí mismo un gran tesoro artístico y un rico escaparate de
las artes decorativas a base de rejerías, yeserías, artesonados,
vidrieras, cerámicas, mobiliario, lámparas o detalles de cantería. En
este conjunto, destaca especialmente la taquilla, que presenta un forjado espectacular.
Blibiografia: abc.es
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